domingo, 26 de diciembre de 2010

«El 10% de los ovetenses pide la protección del Campo»


Colectivos de la ciudad entregan 21.000 firmas para solicitar la declaración de la arboleda como Bien de Interés Cultural


Idoya Rey, EL COMERCIO, Oviedo. 24/12/2010



El mismo arquitecto municipal, Miguel de la Guardia, que diseño el palacete de Villa Magdalena, construido en 1902, también proyectó el quiosco de la música del Bombé y el casino de la ciudad, ahora el edificio de La Granja, en el Campo de San Francisco. Construcciones que de La Guardia eligió para el patrimonio histórico de la ciudad y que ahora andan enfrentadas por una expropiación. El Ayuntamiento tiene la intención de entregar en propiedad a Comamsa el subsuelo de Uría y alrededores para construir tres aparcamientos con 1.500 plazas. Un pago para saldar la deuda contraída con la sociedad por la desorganizada expropiación de Villa Magdalena.
Pero los ovetenses se criaron en el Campo de San Francisco y no se creen mucho eso de que los cuatro años de obras y excavaciones al borde del parque no se llevarán por delante ningún árbol o ninguna obra de arte. Al menos, lo piensa casi el 10% de la población que ha estampado su firma en la solicitud para que el Campo de San Francisco sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC), en una «campaña sin precedentes».
La entrega
Eran las doce la mañana y una treintena de personas aguardaban a la entrada del registro del Principado, en el Edificio de Servicios Múltiples de la Administración regional. Eran políticos, ecologistas, artistas, representantes sindicales y vecinales, que iban a realizar la segunda entrega de rúbricas. En julio fueron 10.000. Ahora, otras 11.000. «Tenemos un total de 20.816 firmas, las doce últimas acaban de llegar. La población está pidiendo que se declare al Campo como BIC, en la modalidad de jardín histórico, y la Consejería de Cultura no puede cerrar los ojos», exigió Carlos Lastra, presidente de Amigos de la Naturaleza de Asturias (ANA) y profesor de Biología de la Universidad de Oviedo.
Ya en 1981, ANA realizó la primera catalogación botánica del Campo. Desde entonces, han solicitado en varias ocasiones la protección de la arboleda. ¿El resultado? El vacío. «Ninguno de los gobiernos autonómicos ha hecho absolutamente nada para defender el parque», recriminó. Y eso que «el valor cultural, el histórico-artístico y el patrimonio inmaterial, son innegables», defendió el artista y escritor, Anxel Nava. «Es un símbolo identitario con esculturas de Víctor Hevia y Zaragoza, entre otros. Aunque la obra pública de arte contemporáneo más importante es el propio pavimento del paseo de Los Álamos», explicó.
A su lado, escuchaba el concejal de Asamblea de Ciudadanos por la Izquierda (Asciz), Roberto Sánchez Ramos que añadió: «Son más de 300 documentos y 21.000 firmas, que representan al 10% de la población. ¿Llamará la atención del PSOE? ¿Quieren ganar las elecciones en la ciudad? Tienen una magnífica oportunidad». La pelota está en el tejado de la Consejería de Cultura, «que con 10.000 firmas ya podía haber hecho algo». La cuestión depende «únicamente de la voluntad política».

sábado, 18 de diciembre de 2010

Garantías para la fábrica de gas









Quienes en la última década han defendido la conservación de la Fábrica de Gas reclaman ahora, una vez aprobado el plan residencial de la propiedad, que los elementos protegidos tengan un uso claramente cultural. Es, en realidad, la reivindicación proclamada desde que el Ayuntamiento iniciara un proceso (al recalificar los terrenos) que el Principado culminó el martes con la aprobación de la Comisión de Patrimonio. La historia que ahora acaba (o empieza, con las futuras obras) es larga e intensa.


Durante la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1999 los vecinos de El Antiguo que acudieron a ver el documento durante el periodo de información pública vieron un cambio significativo en su barrio: la Fábrica de Gas se convertiría en una nueva urbanización con viviendas. Y a muchos no les gustó. Así nació el grupo Gas Ciudad. Pelearon varios años por proteger el conjunto y evitar la construcción de pisos. Se manifestaron una y otra vez, protestaron junto con los grupos municipales de la oposición, y consiguieron que el Gobierno regional incoara en 2001 el expediente para declarar el gasómetro Bien de Interés Cultural (BIC).


Mientras, en los despachos, la idea de Hidrocantábrico de transformar la fábrica abandonada en pisos iba cobrando forma. Los años pasaron y Gas Ciudad (colectivo al que pertenecieron personalidades como la actual directora general de Urbanismo y Política de Suelo del Ministerio de Vivienda, Rosario Alonso, o el arquitecto José Ramón Fernández Molina), perdió fuerza. El expediente para la protección del gasómetro caducó sin que la administración hiciera nada para evitarlo, para desarrollar una decisión propia.


El Principado lo reconoció así el mismo año en que el alcalde, Gabino de Lorenzo, encargó al arquitecto Santiago Calatrava las famosas 'trillizas'. Para evitarlas surgió el Foro de Urbanismo Crítico, al que llegaron algunos de quienes antes habían formado Gas Ciudad, como Violeta Suárez, una de las personas más activas del grupo.


Las torres de Calatrava no pasaron de los dibujos, pero las viviendas para la fábrica fueron tomando forma, aunque algo más comedida de lo que planteaba el PGOU. HC pidió el asesoramiento del arquitecto gallego César Portela para elaborar un plan especial en el que convertir en 'parque urbano' los 13.000 metros de terreno alineado con la antigua vía del tren, frente a la muralla medieval de la calle Paraíso.


El Foro de Urbanismo Crítico relevó a Gas Ciudad en sus reivindicaciones de preservar el conjunto industrial. Volvieron a salir a la calle y a protestar, propusieron de una y mil formas que se transformara en un centro cultural, como se ha hecho en la Alóndiga de Bilbao y anteriormente en la fábrica de tabacos de San Sebastián, en la del barrio madrileño de Lavapiés o en el Matadero de la capital española, recordó ayer el presidente del foro, Diego Díaz.


Ahora que HC ha logrado el visto bueno para desarrollar su plan por parte del máximo órgano que protege el patrimonio en Asturias, el Pleno del Consejo de Patrimonio dependiente de la Consejería de Cultura, quienes lucharon durante una década por la protección del conjunto piensan que «no tienen visión de futuro, no les importa quién venga detrás», lamentó ayer Violeta Suárez. «Era una demanda sensata», insistió su compañero del movimiento ciudadano Diego Díaz, que hizo balance: «Pensando que el gasómetro estuvo al borde de la destrucción y que ahora se conserva, lo que queda es positivo».


Intelectuales y artistas


Actualmente, el Foro de Urbanismo Crítico impulsa la creación de una plataforma con intelectuales y artistas para exigir a las autoridades que los espacios que se conserven y rehabiliten «tenga contenido cultural, que la promesa se materialice». Es decir, que HC destine a un uso cultural el gasómetro y que el Ayuntamiento haga lo propio con el edificio de oficinas que la empresa le cede.


Será una de las propuestas incluidas en el documento que elaborarán los componentes de la plataforma sobre «una política cultural alternativa para Oviedo».


De momento, está formada por el director de teatro Roberto Corte, el profesor de la facultad de Psicología Juan Pastor, los actores Paula Alonso y David Acera y miembros de Lata de Zinc. Al Foro de Urbanismo Crítico le queda pendiente uno de los tres objetivos por los que nació: la conservación de la fábrica de armas. El escollo se plantea también complicado.

Apuestas para un antiguo gasómetro



La voz de Asturias // 16 de diciembre de 2010
El problema que se ha encontrado el Ayuntamiento de Oviedo con la antigua fábrica de gas no es algo endémico de la capital asturiana. Otros edificios iguales o parecidos han sido restaurados por toda la geografía europea y se han convertido en referencias, normalmente culturales, de las ciudades que los acogen al albergar museos, escuelas, albergues o centros de carácter social. Esto es lo que siempre ha reclamado para Oviedo el Foro de Urbanismo Crítico, desde donde critican que el proyecto residencial presentado por HC para el gasómetro, que fue aprobado hace dos días por el Consejo de Patrimonio, es una manera de “ganar dinero especulando con el patrimonio de todos”.

1 Gasometer city Viena En 1896 se construyeron en Viena cuatro grandes depósitos de gas para abastecer a la ciudad. En 1986 dejaron de funcionar y se abandonaron. En 1995 el experto en patrimonio Manfred Wedhorn planteó su recuperación y se convocó un concurso. En 1999 comenzó la reforma y en 2001 se inauguró la Gasometer City . El costo del proyecto fue de 175 millones de euros. Cada uno de los depósitos, de 70 metros de altura por 60 de ancho, fue diseñado por un arquitecto distinto: Wilhelm Holzbauer, Wolf D. Prix for Coop Himmelbau, Jean Nouvel y el propio Wehdorn. Hoy acogen cines, galerías de arte, tiendas y albergues para estudiantes.

2 Notte Bianca Roma Roma ha sido otra de las ciudades que, pese a su impresionante patrimonio cultural, no descuida ni un sólo elemento, ya sea de época republicana, imperial o industrial. El gasómetro de la capital italiana se ha convertido en un emblema de la ciudad y de su vida cultural. Un total de 10 kilómetros de leds montados por alpinistas embellecen la infraestructura gracias a una idea del artista Angelo Bonello. El gasómetro se convierte cada 9 de septiembre en el símbolo de la cultura en la Noche Blanca romana.

3 latabacalera.net Madrid En España también hay numerosos ejemplos de recuperación de espacios industriales reconocidos por su valor patrimonial. La mayoría se destina a usos y equipamientos culturales y sirven de punto de encuentro para asociaciones y vecinos. Éste es el caso de la Tabacalera de Lavapiés, en Madrid. A principios del pasado verano se abrió este espacio, que reúne a vecinos y artistas en un edificio cedido por el Ministerio de Cultura. El recinto se encuentra en la antigua Fábrica de Tabacos de Embajadores, que albergará en el futuro el Centro Nacional de las Artes Visuales. Mientras tanto, acoge un centro social autogestionado.

4 Tabakalera San Sebastián San Sebastián ha recuperado la antigua fábrica de tabacos para convertirla en un Centro Internacional de Cultura Contemporánea especializado en el área visual. El espacio acogerá exposiciones y programas audiovisuales pero, sobre todo, será un lugar de trabajo, “una fábrica de imágenes”. El proyecto aún no se ha desarrollado y, mientras tanto, Tabakalera organiza exposiciones, ciclos y debates. Una serie de actividades que conviven con grabaciones, rodajes y eventos producidos por otros agentes del entorno.

5 Alhóndiga Bilbao En Bilbao también se han hecho bien las cosas. Un antiguo almacén de vino diseñado por Ricardo Bastida en 1909, la Alhóndiga, se ha reconvertido en espacio multicultural. Hoy, sus 43.000 metros cuadrados se han transformado en un espacio lleno de actividades que el ayuntamiento contempla como “nuevo motor de ocio y cultura” de la ciudad. AlhóndigaBilbao nace con un objetivo: “El crecimiento integral de la persona y el desarrollo de las relaciones humanas”.

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sábado, 11 de diciembre de 2010

«El Ayuntamiento de Oviedo ha decidido olvidarse del teatro, y la razón se me escapa»




Saúl FERNÁNDEZ La Nueva España

Helio Pedregal (Oviedo, 1949) «es uno de los actores más importantes del mundo». Es lo que asegura el director de escena Juan Carlos Rubio, el responsable de «El pez gordo», una comedia de Roger Roueff que despide esta noche (20.15 horas) en el teatro Palacio Valdés una gira por España y Estados Unidos de algo más de un año. Rubio se suma a la compañía de «Razas» -cuyo estreno nacional tuvo lugar ayer tarde, también en Avilés- y Pedregal se va al Centro Dramático Nacional, que en enero empezará a preparar «Woyzech».

-Usted es un actor nacido en Oviedo. Hay quien cree que eso es un contrasentido.

-Me siento francamente incómodo a nivel profesional con lo que está pasando en mi ciudad. Me gustaría hacer teatro en mi pueblo y eso es muy difícil ahora. Oviedo ha perdido toda perspectiva escénica y se queda sólo con lo musical. Me da una pena enorme.

-¿Y a qué cree que es debido?

-Oviedo ha sido siempre una ciudad que ha amado el teatro, pero las instituciones que dirigen la ciudad se han desprendido de este amor. Los camerinos del Campoamor tienen nombre de amigos míos. Me parece estupendo que el Campoamor se utilice para la ópera, para la zarzuela o para la entrega de los premios «Príncipe de Asturias», pero me parece inaceptable que no hagan lo mismo con el teatro.

-Más, si cabe, cuando Oviedo tiene dos espacios escénicos.

-El Campoamor es uno de los mejores teatros del mundo. El Filarmónica, con una cierta mejora, podría ser un teatro especializado. El olvido del teatro en Oviedo no es por problema de espacio ni de tiempo. El Ayuntamiento ha decidido olvidarse de ello, y la razón se me escapa. Es absolutamente incomprensible. Los aficionados al teatro de Oviedo tienen que venirse a Avilés o a Gijón.