sábado, 26 de junio de 2010

Érase una vez el teatro en Oviedo



x Diego Díaz // La Nueva España // 23 de Junio de 2010

Recuerdo un tiempo no muy lejano en el que yo iba al teatro en Oviedo. Recuerdo haber visto por primera vez «Hamlet», sentado en una butaca del Campoamor, y recuerdo en este mismo teatro haber descubierto a Fernando Arrabal, a Calixto Bieito y a muchos otros autores, directores y compañías, como el Centro Dramático Nacional, «Yllana» o «La Abadía». Siempre me pareció que la programación teatral ovetense tenía sobredosis de clasicismo y déficit de propuestas más arriesgadas, pero comparados aquellos años con éstos, el pasado me resulta un auténtico paraíso. Ni en mis peores pesadillas podía imaginarme una cartelera tan deprimente como la de la capital asturiana a día de hoy. La temporada que ahora concluye se ha reducido prácticamente a los vodeviles de San Mateo (algunos realmente espantosos), al ciclo de teatro asturiano (lo mejor de la exigua programación municipal), al de teatro amateur y a los cuatro espectáculos de «Teatro en primavera» (de ellos, uno un monólogo al estilo de «El club de la comedia», y otro, un musical inspirado en «Abba»). ¿Éste es todo el teatro que puede programarse en una ciudad de más de 200.000 habitantes que aspira a la capitalidad cultural europea? La comparación con los teatros públicos de Avilés y Gijón, con una programación variada, de calidad, en la que caben tanto espectáculos comerciales como otros más vanguardistas, deja en muy mal lugar a los gestores ovetenses. El teatro Jovellanos y el Palacio Valdés son dos ejemplos modélicos de gestión pública que el Ayuntamiento de Oviedo debería literalmente copiar. Propongo a políticos, críticos, aficionados y profesionales del teatro abrir un debate público sobre el teatro en Oviedo, similar al que se ha abierto en torno al fracaso de público de la Laboral. Al menos en el caso del teatro autonómico, la calidad artística ha sido excelente, cosa que en absoluto puede decirse de la mayoría de los espectáculos programados en nuestra ciudad. Si realmente quisiera aprovecharse la excusa de la candidatura a Capital Europea de la Cultura para detectar deficiencias y relanzar culturalmente esta ciudad, en lugar de caer en la zafia operación de autobombo, creo que la maltrecha situación del teatro en Oviedo debería ser uno de los principales puntos a discutir. Con capitalidad o sin capitalidad cultural, sería bonito volver a ir al teatro en Oviedo.

martes, 22 de junio de 2010

Oviedo, capital cultural, ¿sin la Fábrica de Gas?



x Carmen González, artista plástica e integrante del Foro de Urbanismo Crítico. La Nueva España, 22/Junio/2010.

Este mes se inauguró en Bilbao el Centro Cultural Alhóndiga, unos antiguos almacenes de aceites y vinos se reinventaban, tras décadas cerrados, como salas de exposiciones, de cine, auditorio, piscinas, mediateca, gimnasio. Una formidable instalación que suponemos no sólo hará la vida más agradable a los vecinas y vecinas de la capital vizcaína, sino que será en el futuro un potente recurso para la promoción turística de una ciudad cada vez más insertada en la primera división de los circuitos culturales europeos. El contraste entre el acierto de los políticos bilbaínos (la Alhóndiga ha sido apoyada por todos los grupos políticos sin excepción, desde el PP al PNV, pasando por IU y PSOE) contrasta con el despropósito de nuestros gobernantes locales y regionales. A Alberto Mortera, concejal de Urbanismo, al que hasta hace poco el gasómetro le parecía poco más que un conjunto de hierros oxidados que dificultaban la visión de la Catedral, aparece ahora repentinamente entusiasmado con la idea de rellenarlo de oficinas y viviendas. Del concejal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, y de la consejera de Cultura del Principado sólo sabemos que no sabemos nada. Mientras tanto la empresa propietaria de un conjunto arquitectónico excepcional, Hidroeléctrica del Cantábrico, hace cuentas pensando en la cantidad de dinero que piensa embolsarse especulando con esos terrenos, que podrían ser con su patrocinio, un magnífico centro cultural, situado en el corazón histórico de Oviedo. Algo así como La Casa Encendida o El Matadero de Madrid. Un espacio para las artes plásticas, para el cine, para el teatro, para el encuentro de la gente. Nos preguntamos si el director de su Fundación, o alguno de los consejeros de ésta, un ex presidente de Asturias, un ex rector de la Universidad de Oviedo, están informados de que en Lisboa, Eléctrica de Portugal sí conserva su patrimonio, como es el caso de la Central del Tajo, reconvertida ahora en un bellísimo museo de la Electricidad.

La pregunta es bien sencilla, ¿tiene sentido postularse para la capitalidad europea de la cultura, y al mismo tiempo renunciar al aprovechamiento cultural de uno de los espacios más interesantes de la ciudad? Desde nuestro punto de vista, no. A veces se nos hace muy cuesta arriba vivir en una ciudad en la que tengamos que luchar, incluso por cosas tan evidentes.

lunes, 21 de junio de 2010

Salvemos el Corazón de Oviedo! Manifestación el 28 de Junio a las 19:30 en Oviedo



El Alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo ha firmado un Convenio con una empresa privada en la que se pretende entregar el subsuelo del centro neurálgico de la ciudad, su corazón, para soterrar allí un gran aparcamiento y parte de la calle Uría que, de llevarse a cabo, cercarían de forma definitiva el Campo San Francisco como si de una maceta se tratara, levantarían el paseo de los Álamos y su artístico pavimento, una parte considerable del entorno de la Plaza de la Escandalera y gran parte de la calle Toreno, convirtiendo lo que ha sido siempre el más valioso signo de identidad de nuestro Oviedo moderno, en un “adefesio” con entradas y salidas de túneles para vehículos, que ni tiene ni tendrá como objeto resolver ninguna demanda ciudadana ni rediseñar ningún modelo de ciudad, sino más bien al contrario, desnaturalizará el espacio urbano más singular y atractivo de la capital de Asturias. Si quieren peatonalizar esa área, bastaría con impedir el paso de coches; no nos costaría 1 euro. ¡Qué no nos engañen con ese cautivador argumento!

El objeto del Convenio tiene como único fin saldar una deuda. Una deuda que contrajo el Alcalde, no la Ciudad. Una deuda que es la consecuencia de una escandalosa negligencia de quien tenía la obligación de defender nuestros intereses. A cambio del palacete de Villa Magdalena, que se tasó en su momento en 3 millones de euros, un empresario privado va a obtener el derecho a explotar todo el subsuelo del centro de la ciudad de por vida, y además, podrá edificar otros 23.000 metros cuadrados para viviendas en el actual aparcamiento público de Los Prados. Cálculos técnicos muy conservadores estiman que se obtendrá no menos de 120 millones de euros sólo de beneficios.

Las cláusulas del contrato público firmadas por el Alcalde son leoninas e inaceptables. El precio que tiene que pagar los ovetenses por esta negligencia es excesivo y radicalmente injusto. Las consecuencias de esta disparatada iniciativa las seguirán pagando nuestros hijos y nietos durante años.

Los técnicos afirman que, de llevarse a cabo estas obras, Uría estará abierta entre 6 y 8 años. Nadie puede garantizar que los edificios no se vean afectados. El futuro del comercio de la zona estará en peligro. El Campo San Francisco, se verá irremediablemente afectado pues, entre otros datos, se calcula que más de 160 árboles importantes morirán o serán transplantados.

Los firmantes de este manifiesto; asociaciones vecinales, cívicas, movimientos sociales y sindicales, profesionales diversos, ciudadanos en general y partidos políticos, creemos que Oviedo tiene que decirle NO a su Alcalde, como en tantos otros momentos de su historia. Los ciudadanos tenemos que defender ahora la Ciudad, su patrimonio, su dignidad y su identidad. Ningún acuerdo de “mercaderes” puede ni debe transformar lo que es nuestro, porque nos pertenece. ¡Oviedo no se vende ni se intercambia mientras haya ovetenses que sigan sintiendo y queriendo a su Ciudad!

Hay muchas razones para decir NO:

Tenemos que decir NO porque el llamado Convenio que avala este “expolio”, con toda probabilidad es ilegal. No se puede entregar en propiedad un patrimonio de todos para un lucrativo negocio privado.
Tenemos que decir NO porque la obra sería letal para el Campo San Francisco, porque se llevará por delante árboles centenarios y afectará irremediablemente al conjunto del parque.
Tenemos que decir NO porque será mortal para muchos comercios. ¿ Cuántos negocios pueden sobrevivir a tantos años de obras?
Tenemos que decir NO porque será eliminar un aparcamiento público de más de 300 plazas en Teatinos para construir 300 viviendas.
Decimos NO porque es abusivo para la ciudadanía de Oviedo. Entregamos nuestro patrimonio urbano más característico, distintivo y valioso del modernismo de la ciudad a cambio de un palacete que costó 3 millones de euros.
Decimos NO al Alcalde porque no queremos hipotecar el futuro de Oviedo. Las condiciones impuestas en ese Convenio son tan duras que cualquier incumplimiento dará derecho a indemnizaciones millonarias.
Demasiado cara su negligencia, señor Alcalde. ¡Oviedo no lo podemos permitir!

+ Info: http://salvemoselcorazondeoviedo.org/manifiesto/

martes, 15 de junio de 2010

Otra vuelta de tuerca al gasómetro





Chus NEIRA // La Nueva España, 7/Junio/2010

El plan especial para los terrenos de la Fábrica de Gas de Hidrocantábrico entre las calles Paraíso y Postigo vuelve a ponerse en marcha. El Ayuntamiento ha iniciado el expediente, remitiéndolo a Cultura para que, tras el plazo de un mes, se proceda a su aprobación inicial. No se esperan diferencias con la última versión del proyecto, ya que el plan, obra del arquitecto gallego César Portela para HC, se ha realizado en total sintonía con las directrices del Gobierno regional y también del Ayuntamiento, sin que se puedan esperar grandes cambios respecto al resultado final. Tal y como saldrá del Ayuntamiento, el plan especial para el recinto presenta algunas modificaciones sobre lo que se había entregado hace dos meses.

Una de las piezas más interesantes y más polémicas de todo el recinto, el gasómetro, la estructura central levantada entre 1959 y 1961, recibe una especial protección que garantiza su conservación pero deja, sin embargo, pendiente el uso que podría tener en un futuro. La categoría que le otorga el plan es de ES, Edificio Singular de carácter privado. Según el concejal Alberto Mortera, eso significa que «no está muy claro de qué forma se puede proteger el gasómetro, pero ese edificio seguirá existiendo, propiedad de HC o de quien se haga cargo de la promoción. De lo que se trata es de que no se le ponga apellido, que no sea un equipamiento de nada. Así queda como un edificio singular, en el que no se descarta un uso residencial o terciario. Lo más oportuno sería, por ejemplo, unas oficinas construyendo en su interior, teniendo en cuenta que su edificabilidad es de 611 metros cuadrados».

Queda así abierta una posibilidad que ya se expuso en las diversas idas y venidas del «plan Portela» para la Fábrica de Gas, que consistía en un aprovechamiento del gasómetro similar al realizado en países como Alemania, y que en una etapa anterior se había descartado, proponiendo el mantenimiento de la estructura sin ningún aprovechamiento.

Otras soluciones audaces se han visto desechadas, sin embargo, en el plan especial que ahora sale del Ayuntamiento de Oviedo para lograr su aprobación inicial en un mes. Así, la propuesta de una pasarela que saltaría la muralla de Oviedo y conectaría todo el recinto con el otro lado, a la altura de San Vicente, en terrenos donde en la actualidad está instalada la Cocina Económica, no está contemplada en el plan.

La Alhóndiga de Bilbao







Otro ejemplo de recuperación cultural de un espacio industrial. La Alhóndiga bilbaina, antiguo almacen de vinos y aceites, hoy reconvertido en un moderno centro cultural con cines, piscinas, salas de exposiciones y auditorio, en pleno centro de Bilbao.

+ Info: http://www.alhondigabilbao.com/