domingo, 26 de julio de 2009

El Patio Maravillas, un oasis de participacion ciudadana y urbanismo critico en el Madrid de la especulacion



El Patio Maravillas se reúne con el Ayuntamiento de Madrid con el fin de defender su permanencia

Representantes del centro social okupado y autogestionado Patio Maravillas han mantenido una primera reunión con el Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid con el fin de comenzar un dialogo sobre el futuro del proyecto socio-cultural del bario de Malasaña, actualmente amenazado por una orden judicial de desalojo.

La reunion, que contaba con el visto bueno del alcalde Ruiz Gallardon, viene precedida por la petición de expropiación del edificio de la calle Acuerdo n.º 8, propiedad del urbanista Leopoldo Arnaiz, que fue presentada el 26 de diciembre de 2008, con el apoyo de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) y Ecologistas en Acción, entre otras organizaciones sociales.

En el encuentro, el Área de Urbanismo ha mostrado un especial interés por el proyecto del Patio Maravillas, como ejemplo de participación ciudadana y espacio de referencia para la cultura madrileña. Se han barajado diferentes posibilidades técnicas para conseguir que el proyecto tenga un espacio permanente donde desarrollarse. Entre ellas se cuentan la expropiación del edificio, la permuta de éste, la recalificación del suelo y la cesión de una parcela de suelo de propiedad pública. La directora general de Gestión Urbanística, Isabel Barona, ha manifestado: “vías hay, aunque todas tienen sus inconvenientes”.

Finalmente, ha quedado patente la disposición por ambas partes para abrir un proceso de diálogo con las distintas áreas del Ayuntamiento, con el fin de encontrar una solución para la continuidad del proyecto y evitar su desalojo.

Tras la campaña “Tengo otra corazonada: El Patio se queda”, en la que se ha conseguido reunir más de 1.500 fotografías de ciudadanos y ciudadanas mostrando su apoyo, el Patio Maravillas culmina la celebración de su segundo aniversario como centro social okupado en el barrio de Malasaña.

Fuente: Patio Maravillas http://www.patiomaravillas.net/


sábado, 4 de julio de 2009

Decíamos y decimos Cultura Sí, Especulación No

A vueltas con la Fábrica de Gas

x Manolo D. Abad (escritor, Dj y crítico musical)

La comisión de Patrimonio de la Consejería de Cultura ha resuelto sobre el futuro de la Fábrica de Gas de Oviedo y la conclusión no puede ser más decepcionante: Se protege -casi de modo anecdótico- a unos cuantos elementos de la Fábrica de Gas (gasómetro, chimenea, hornos) y se permite la construcción de 95 viviendas. Solución salomónica y que tira por tierra las esperanzas de muchos ovetenses y asturianos de dedicar ese magnífico solar a la cultura. Aquí no hay medias tintas: O cultura, o especulación. Y, como siempre, se tira por la calle de en medio con un híbrido que no resuelve nada, más bien complica las cosas. Con lo fácil que hubiera sido considerar a todo BIC (Bien de Interés Cultural)...

A los políticos suele darles el ataque de cultura en período electoral, y el ataque especulativo una vez superado éste. En Oviedo, las cosas no pueden ir a peor. Me pregunto: ¿No sería más fácil terminar lo empezado? Pásense por aquel proyecto de 2000 casas en El Caleyu, con el asfalto y la iluminación puestos por el Ayuntamiento... Conjunto vacío, nada, un espacio fantasmagórico que ilumina una nueva quimera. La empresa encargada de su construcción (Urazca, creo que era)... quebró. ¿Y ahora, qué? ¿Nuevos edificios fantasmas en la Fábrica de Gas? ¿Por qué no terminan lo comenzado? ¿Por qué esas empresas ansiosas por construir no acaban el proyecto de El Caleyu primero y dejan la Fábrica de Gas para otros fines?

Comentaba que a los políticos se les hincha el pecho con la cultura en período electoral (como en tantos otros aspectos) para luego olvidarse en cuanto termina el recuento de votos. Sabemos que la ciudad de Oviedo tiene unas carencias culturales flagrantes que saltan a la vista con sólo echar un mínimo vistazo: No hay salas adecuadas para conciertos de tamaño medio (mil o dos mil espectadores) y ni el Auditorio ni el Teatro Campoamor son escenarios acondicionados para el rock o, incluso, para el folk; los grupos de teatro reclaman también sus espacios; no hay locales de ensayo ni para músicos ni para grupos de teatro (y no me cuenten lo de los cuatro locales de ensayo de Otero, estamos hablando de ensayos regularizados y semanales, no ocasionales); las salas de cine han desaparecido del centro de la ciudad y ya no hay solución para ésto, sólo el recurso al coche o el taxi... Si rascáramos un poquito, saldrían muchas más carencias en una ciudad que tiene la osadía de postularse como "ideal para la cultura". ¿Qué cultura?

¿Acaso no hay mayor incultura que dejar paso a la piqueta en un entorno de ensueño para la actividad de los creadores como la Fábrica de Gas?